Equipos Madrid-Segovia 2024

AJALKALÁ

Roberto Nieto
Francisco Valiente
Fernando Ortíz-Cañavate

LOS 3 REYES

Julio Capón
Isabel Rodríguez
Ramón Picapiedra

BRUCE'S BROSS

Pablo Martín
José Manuel González
Raúl Moreno

WA21 PURAVIDA

Álvaro Sáez
Raúl Silvero
Óscar Rodríguez

SONIRUNNERS

Sonia De Lourdes Zaruma
Pablo José Espinosa
Fernando Gili

ANDROLLA 24

Paloma Perpiña
José Luis Gómez
Juan José Mielgo
Luis Julián Gonzalo

UBUNTU RUNNERS

Eduardo Rubio
Ismael Porras
Javier Cihuela
Javier Parra

ODIEL TEAM

Beatriz López
José Sánchez
Carlos Móstoles
Ana Munilla

COLME CREW

Paloma Mora
Mario Ruíz De Almirón
Lázaro Maroñas
Marisol Saiz
Belén Criado

Nadie mejor que quien lo ha vivido en sus propias piernas puede contar como es participar en la Madrid-Segovia por equipos. Os transcribimos la experiencia de Eduardo Rubio, miembro del equipo Ubuntu Runners.

La mayor aventura de mi vida como corredor (Madrid-Segovia 2024)

Este 2024 era el año de mis grandes retos: correr una ultra de montaña y correr una ultra de 100Kms.
El primero de ellos lo cumplí a finales de Junio siendo finisher de la Ultra trail Bronchales (77Kms y 3.700m desnivel).
Para el segundo reto, el objetivo estaba señalado desde hacía dos años, cuando en nuestra “jorgeada” particular (una locurita decidida en un mes y sin entrenar), cuatro amigos: Javi Cihuela Corral Javi Kaizen Adrian Ramirez Gonzalez y yo nos hicimos un Huesca-Zaragoza (80K) en 12 horas.
Entre conversaciones nos picó el veneno de la ultra distancia. Y allí se comentó, había una carrera que llamaban “MAGOVIA” que tenía 100kms y que iba de Plaza Castilla en Madrid hasta los pies del acueducto de Segovia… ¡YA TENÍAMOS EL OBJETIVO!
El 2023 por temas burocráticos y de permisos por cruzar un Parque Nacional no se celebró, pero cuando salieron las inscripciones para el 21- Sept- 2024, “renovamos nuestros votos” y sumábamos un adepto a la causa, Ismael Mrpuma.
Después de la Ultra de Bronchales me tomé un par de semanas de descanso. No paré de entrenar, pero lo que hice fue de poca intensidad y carga de kms. Pero claro, la fecha del 21-Septiembre estaba grabada a fuego y quedaban dos meses para la ultradistancia…
Las dos ultimas semanas de Julio ya fueron en progresión y el mes de Agosto fue el mes de Agosto que más kms he hecho desde que corro. Casi 300kms en el mes, incluyendo entrenos playeros (hasta una 40K) que sumaban un plus por el calor y la humedad.
Las lesiones me iban respetando, me sentía muy bien, fuerte de piernas y de cabeza. Estudié el recorrido, los avituallamientos y horas de corte y vi varios vídeos de YouTube… 100K es una cosa seria.
Un par de meses antes se confirmaba una de las noticias tristes de la aventura, Adrián no podía unirse por conciliación familiar 😞.
Nos quedábamos en cuatro y decidimos hacerla como equipo.
Eso me llenaba de responsabilidad, porque les saco entre 8 y 12 años al resto. Mi mantra fue el de elevar al máximo mi nivel para tratar de estar a la altura del resto.
Entre cuatro todo es más fácil si la relación es fluida… Cerramos alquiler apartamento a pocos minutos de la salida, billetes de tren a buen precio, repasamos el material obligatorio, hablamos de la alimentación…
La Madrid-Segovia salía el sábado a las 05:00h de plaza Castilla y la llegada a Segovia debía ser en un máximo de 18 horas, es decir, llegar antes de las 23:00h de la noche del sábado. Porque claro, había dos opciones de inscripción, la “peregrino” que daban 21 horas y la “x-treme” que lo recortaba a 18…. Evidentemente, ¿a cual nos habíamos apuntado? Pues eso…
Viajamos a Madrid el viernes 20 por la mañana. Llegada y recogida de dorsales. Allí nos encontramos con Anna Giustolisi, la “jefa” de la carrera, fue divertido conocerla, nos trató muy bien.
Compra en el Mercadona, comida y un paseo hasta las 19:00h fue nuestra tarde. Después tocó etiquetar geles y material desechable, preparar mochilas de vida, cenar e intentar dormir pronto, ya que a las 03:00h tocaba diana…

A las 03:00h arriba, a las 04:15h dejamos las mochilas de vida en las furgonetas y a esperar la salida. La noche es buena, no hace frío, vamos de corto y sin manguitos, guantes o similar. Intentamos identificar el reto de equipos de 4 componentes pero no vemos ninguno…
Dan las 05:00h. Encendemos frontales y arrancamos… Salimos corriendo, ritmos 6:15-6:30 min/km, martillo pilón que nos va poniendo en la parte de delante de la carrera. Llegamos a Tres Cantos, km 17, sin desgaste ni incidencias. Punto de control, sellamos la cartilla y llenamos bidones. Parece una parada de Fórmula 1. Repetiremos esta dinámica en varios puntos intermedios.
Para llegar a Colmenar Viejo, km 26, atravesamos varios arroyos por “pasaderas” que son piedras muy entretenidas para hacer funambulismo jajaja. Las pasamos bien, todos menos Javi Kaizen que se moja “la puntita” de la zapatilla. En Colmenar tenemos la primera mochila de vida (bolsa donde has podido meter lo que consideras que vayas a necesitar en ese momento). Nos cambiamos de camiseta y calcetines, yo aprovecho mientras comemos algo para cargar el móvil y el reloj. Ha empezado a llover justo al llegar al avituallamiento y cuando salimos de él para, así que vamos teniendo suerte y sorteando la lluvia…
Al salir de Colmenar, pequeñas dudas por el recorrido a seguir. No es una carrera balizada. Sigue el Camino de Santiago en gran parte cruzando varias poblaciones, vias pecuarias y alguna carretera. Ismael Mrpuma lleva en el reloj el Track y enseguida tenemos la seguridad de ir en ruta.
Seguimos frescos, buen ambiente y combinamos trotes a ritmos de 6:30 aprox. con ratos de andar donde hay tramos de cuestas. Sobre el km treinta y pico nos encontramos con una bajada nada técnica en la que nos desmelenamos y bajamos como búfalos jajaja, los corredores que nos oyen se orillan…”donde irán estos” pensarán…
Y en estas que llegamos a Manzanares el Real, km 42. Aquí tienen una primera meta algunos corredores.
Me encuentro fenomenal, apenas he tomado un gel, he comido alguna galleta y poco más, ah, si, guayaba, que la probamos en la entrega de dorsales y estaba muy buena.
Eso si, pastillas de sales cada hora, ahí somos muy germanicos y nos lo recordamos unos a otros.
Estiran los Javis mientras Isma y yo esperamos grabando algún WhatsApp…
La siguiente parada será Mataelpino en el km 50 aprox. Esto ya va picando para arriba, pero el ánimo y las fuerzas van bastante bien. Cuando llegamos al avituallamiento…. ¡Coca-cola! Grito cuando veo que tenemos para beber… la chispa de la vida y oro para los ultrarunners… (qué llevará además de azúcar y cafeína…). Allí hacemos una parada un poquito más larga, hablamos con unos ciclistas de un club deportivo de Majadahonda, nos intercambiamos Instagram, muy majos.
En Matalpino hay una persona de organización de carrera, le preguntamos y nos dice que estamos en buena clasificación por equipos de cuatro…. ¡Menudo chute de moral!
Arrancamos, nos viene la Barranca, toca andar bastante, llegan los minutos a 8-9 y 10 min/km. Empezamos a estar cansados de correr y sabemos por el perfil de la carrera que llega lo duro. Llevamos unos 1000m desnivel y nos quedan otros 1000….

Nos habíamos quedado subiendo la Barranca, un recorrido que picaba para arriba y aburrido a más no poder.
Eso si, los paisajes comienzan a ser más bonitos, nos empiezan a rodear montañas y el cielo sigue de un intenso azul amenazador…
Después de beber y comer algo de fruta en el avituallamiento, salimos hacia el parking y giramos a la izquierda para encaminarnos a Cercedilla, situada en el km 65 y donde acaba otra modalidad de la carrera.
En Cercedilla teníamos una nueva bolsa de vida y comida. Una ración de paella que en condiciones normales no me comería pero que a estas alturas me supo a gloria jajaja. Después, me cambio de arriba a abajo y me siento un momento a descansar en el baño. Se ve que el tiempo es relativo, porque cuando salgo me encuentro a los compis reprochándome, en buen plan eh, que me he tirado un montón de rato dentro.
Y mientras estábamos acabando de pertrecharnos, aparece por la puerta del pabellón un dorsal de equipo de cuatro…. Oh, mierda! Toca ponerse en marcha ipso facto!!!!
Encaramos el camino hacia el Parque Nacional de Guadarrama, una pasada de sitio, con limitación diaria de visitantes que hace que te sientas en plena naturaleza y casi solo… eso si, de nuevo picando para arriba, sin apenas tramos de descanso. Allí tuvimos algún escarceo de mal genio entre nosotros, que solucionamos en equipo, primero con unos minutos de silencio y después con una ronda de chistes malos y muy brutos. Algún enantyum ya fue la guinda del pastel para volver a converger y centrarnos en lo que tocaba…. Maldecir el desnivel, el correr y hasta el andar jajajaja.
Y subir y subir y subir hasta llegar al Puerto de la Fuenfria (1.796m). ¿Qué tocaba entonces? Pues de nuevo subir y subir…. Son kilómetros de andar. Yo pongo la reductora y subo con potencia, tanto es así, que descuelgo a los javis y sólo me aguanta Isma subiendo. Vemos caballos y toros a lo largo de una subida por pista sencilla y ancha pero sin tregua alguna.
Aquí se nos va mucho tiempo, normal. Hacemos cuentas y vemos factible llegar a las 20:00h de la tarde, una pasada, tres horas antes del cierre!
Coronamos Fuenfria en el km 80 aprox. En el avituallamiento nos saluda alguien que conoce a Helios Lobera Rupérez un compi de nuestro equipo. Nos hace mucha ilusión, nos hacemos fotos, se relaja un poquito el hartazgo por la subida.
Nos tocan ahora 10kms de descenso según nos dicen en el avi. Los primeros kms muy incómodos para correr, terreno con mucha piedra e irregular. Bajamos con precaución.
A mi se me enciende en esos momentos la luz roja de batería baja. Mi cuerpo ya está diciendo basta, estoy cansado. A partir de entonces me tocará marcar el ritmo de carrera mediante CA-COs, corremos y andamos según mis fuerzas.
Bueno, no está mal, hasta cerca ya del km 90 he aguantado. Ahora queda llegar a Segovia con el plan mencionado… ni tan mal….
Peeeero…. Faltaba el toque épico en la carrera. De repente, empieza a tronar con una intensidad que no hace presagiar nada bueno. Y en efecto, al cabo de anunciarlo a los cuatro vientos, se desata una lluvia atroz que nos desmoraliza. No tenemos árboles para que nos eviten algo del diluvio.
Llevamos zapas de asfalto y justo cuando comienza la última parte, campo a través hacia Segovia, nos enfrentamos a un barrizal de la leche y a unas rieras que se formaron en minutos. Yo me noto el calcetín mojado y como se me están formando ampollas. Javi Kaizen igual, vaya mierda.
A falta de media docena de kilómetros deja de llover, pero el daño ya estaba hecho… solo corremos cuando nos giramos y vemos a gente sospechosa de formar un grupo de cuatro.
Son las 20:30h, empieza a anochecer. Al cabo de un tiempo que se nos hizo eterno, entramos en Segovia.
¡¡Ya no queda nada!!
Está hecho, está hecho… seguimos a algún corredor que nos ha adelantado y parece saberse el camino. Llegamos
a la calle principal que baja al acueducto. Tras unos momentos de inquietud porque no veíamos balizas, vemos una, es la calle!!!!
Un vecino nos dice que quedan 300 metros…. Yo he pedido andar un poco para entrar en meta corriendo… mis compis están potrosos, yo les pido “aguantarrrrrrr” hasta que ya creo que puedo llegar sin pararme, empezamos a grabar llegada, a gritar…. Yo como siempre en carreras importantes beso y saludo al cielo, va por ti mamá….
El resto…. Mejor ved el vídeo….
Tras cruzar la meta apenas un par de
Minutos pasadas las 21:00h, fotos individuales y saludo a Anna Giustolisi, que nos confirma que ¡HEMOS GANADO LA CARRERA POR EQUIPOS!!!
Qué genial, no solo hemos acabado los cuatro sino que nos volvemos a casa siendo los campeones de la Madrid-Segovia 2024 por equipos de cuatro!!!!
EPÍLOGO: la siguiente semana tardé varios días en poder andar bien por las ampollas, pero el balance restante era perfecto, sin dolores ni molestias, estaba para entrenar jajaja
Veremos qué nuevos retos y locuras se nos ocurren, la vida es esto, fijarse un objetivo y entretenerse hasta que llega el día que lo consigues…. O no, que esto tampoco es una ciencia exacta.

GRACIAS por el apoyo increíble y las felicitaciones recibidas.

Eduardo Rubio
Meta Ubuntu Runners